DECALOGO DE VICENTE ESCUDERO SOBRE EL BAILE FLAMENCO

Estos son los consejos o normas, escritos, y publicados por Vicente
Escudero en diversas ocasiones, sobre la forma ideal a su entender de
interpretar el baile flamenco: (Algunas normas son contrarias a la
estética actual de baile flamenco).


1. Bailar en hombre ( Aunque socialmente se cuestione amenudo la
masculinidad del hombre en la danza, y dentro del mundo profesional de
los bailarines la homosexualidad esté a la orden del día; nada tiene
que ver que se exija al hombre represente al hombre masculino, varonil
y apasionado que neutral mente debe representar. Recordemos que la
danza es una representación teatral basándose en movimiento rítmico;
los bailarines son por tanto actores que bailando interpretan a un
personaje; y ese personaje, en la danza española, de manera "neutral"
es varonil. Excepcionalmente o si así lo exige el guión o el
personaje, en un espectáculo de danza española podrá representar a un
hombre afeminado, pero es por el personaje. Digo todo esto porque es
fácil observar a bailarines de repertorio (bailes sin argumento
concreto) en los que bailan de forma amanerada; y la verdad, nada
tengo en contra de ellos, pero es poco pasional ver a un hombre
afeminado realizando un dúo de amor con una mujer. (Mi más caluroso
aplauso y apoyo a la comunidad homosexual de esta profesión)).

2. Sobriedad. (Volvemos quizás al mismo tema de antes. Vicente
Escudero, dibuja en este decálogo la forma correcta y personal del
hombre en una situación "neutral", me refiero al realizar bailes de
repertorio o sin argumento. No hay duda que tanto un bailarín como una
bailarina, sonreirán, llorarán, o se enojarán; si el papel o
lo que quieran interpretar lo requiriese. Por ejemplo; en un baile de
repertorio como las Alegrías, tanto hombre o mujer deben entre otras
cosas (fuerza, pasión, coraje, ternura) mostrar alegría, que de eso va
el palo. Aprovecho para hacer también aquí un inciso sobre las letras
de los cantes que se bailan: ¿Deben o no deben ser interpretadas? Una
cosa si tengo muy clara; que en la actualidad muy rara vez coincide lo
que se canta con lo que se baila, esto es un error garrafal, que mis
entendidos y profesionales, deberían darse ya cuenta. Un cantaor de
baile, no puede improvisar las letras de unas alegrías o una solea
sobre la marcha: primero, porque él mismo le está quitando importancia
a lo que canta; segundo, que el bailaor/a a de ser consecuente con lo
que le están cantando. Por tanto, dejemos ya de bailar por bailar,
técnica por técnica, pasión por pasión, risa por risa, coquetería por
coquetería, zapatear por zapatear¡.)

3. Girar la muñeca de dentro a fuera, con los dedos juntos. (Si muchos
de los críticos se dejarán guiar por lo que dice Vicente Escudero en
su decálogo, y el mismo decía; no hay en la actualidad bailaores que
se ciñan a estas reglas. Pienso, sobre esta norma de las manos, que en
bailes de repertorio sin argumento si debiera aplicarse más de uno;
por el contrario en otras facetas de la danza española, hemos de
recordar que la expresión de las manos en las artes escénicas y en la
expresión corporal es muy importante.)

4. Las caderas quietas. (Idem de lo mismo. La pureza del baile
flamenco se quiere encerrar en conservar costumbres, pero han de saber
nuestros puristas (yo también lo soy, en la medida de mi doctrina),
que el flamenco por ser arte y no folklore o costumbre popular,
evolucionará bajo la inspiración de lo popular, pero con formas
nuevas. Si estoy de acuerdo que las influencias de lo que es conocido
como flamenco puro se mantengan, así ha de ser, pero nadie detendrá el
mestizaje y las nuevas formas y fórmulas, modas que irán y vendrán,
como han ido y vuelto en todas las artes escénicas y no escénicas).

5. Bailar asentao y pastueño (recto, serio, formal).
La Danza como Arte

6. Armonía de pies. Brazos y caderas. (Aveces tengo la sensación de
que el propio Vicente Escudero, se contradecía el mismo. Siendo como
ha sido, una de las personas que más lucho por este arte, y más lo
revolucionó e innovó; decía sin embargo cosas, como está, que se
contradicen con lo anterior. La armonía es la reina del arte, de la
estética y de la escena; y como no también de la danza; él quizás lo
sabía pero quiso poner esta norma en sexto lugar, contradicción y
restando importancia a todas las primeras. Creo que en el fondo a
Vicente Escudero hubiese sido un defensor de las nuevas formas
dancísticas de hoy ( Antonio Ruiz, Joaquín Cortés, Antonio
Canales, Antonio Gades, Granero, Ect.)

7. Estética y plástica, sin mistificaciones (truco. engaño, fraude). (
Es posible aquí, que se refiera, al acompañamiento que necesita un
bailaor/a a la hora de ejecutar un palo; percusión, adornos musicales
y luminotécnicos, Ect)

8. Estilo y acento.

9. Bailar con indumentaria tradicional. (Siempre que sean bailes de
repertorio; pues en piezas de interpretación contemporánea, no es muy
dado el uso de volantes o pantalón alto).

10. Lograr variedad de sonidos con el corazón, sin chapas en los
zapatos, sin escenarios postizos y sin otros accesorios. (A pesar de
todo si quisiera puntualizar y recomendar a los profesores de
flamenco que en su temario o guión de enseñanza, a sus alumnos se les
preparase en todo lo expuesto por Vicente Escudero. Es obligado para
todo alumno de artes mostrarle y que practique las antiguas formas
para formar en él (el alumno) una personalidad artística fuerte; más
tarde él elegirá el estilo en el que se encuentra mejor como artista).

A este decálogo, su autor le añadió los siguientes comentarios:
"Es muy difícil penetrar en la hondura misteriosa, y es muy difícil su
exposición. Pero si afirmo que ese duende que tanto cacarean eruditos
y profanos es un mito que desaparece bailando con sobriedad y hombría,
traduciéndose entonces en el misterio que todo arte lleva. A los diez
puntos de mi decálogo tiene irremediablemente que ajustarse todo aquel
que quiera bailar con pureza. Ahora mismo yo no conozco a nadie que
use de ellos (yo tampoco) en toda su extensión. Muy raramente se
encuentra algún bailarín o bailaor que use de tres o cuatro de mis
puntos, los restantes brillan por su ausencia. De tal manera, que les
invito solemnemente a seguir la verdadera tradición del baile flamenco
puro y masculino".